Muchos padres no conocen la importancia del gateo para desarrollar correctamente el cerebro. Mediante el gateo los pequeños niños desarrollan la visión, la tactilidad, el habla, el equilibrio, además de otras importantes funciones. Hoy en día la mayoría de los bebés
no se arrastran, ni gatean lo suficiente, no se les da la oportunidad
de moverse libremente por el suelo, y esto puede causar futuros
inconvenientes.
El gateo es el resultado de una evolución en el control del cuerpo.
Es un movimiento armónico, simétrico, coordinado que proporciona a la
columna un alivio rápido y efectivo desde las primeras jornadas del
ejercicio. Los bebés suelen empezar a gatear hacia los ocho a nueve
meses, algunos lo hacen alrededor del año, otros a los seis meses,
mientras que hay niños que aprenden a caminar sin haber gateado nunca.
Para el bebé esta es una etapa muy importante en su desarrollo evolutivo ya que les
ayuda a fortalecer y desarrollar los músculos de sus brazos, piernas,
espalda y cuello, así como las articulaciones de todo su cuerpo.
Mediante el gateo el bebé desarrolla sus sentidos y desarrolla la
autonomía, ya que al abandonar la quietud, el bebé comienza a decidir
hacia dónde ir y por dónde moverse, lo cual es fundamental para que
pueda ir aprendiendo a tomar sus propias decisiones.
A continuación, algunos aspectos que pueden darte a conocer sobre la importancia del gateo.
1. El gateo es una de las bases para el desarrollo cerebral
y educativo del niño. Gracias al gateo se van creando las rutas de
información neurológica entre los dos hemisferios, esto quiere decir,
que va a facilitar el paso de información esencial del un hemisferio a
otro, permitiendo la maduración de las diferentes funciones cognitivas.
2. Desarrolla el patrón cruzado,
es decir, la función neurológica que hace posible el desplazamiento
corporal organizado y en equilibrio del cuerpo humano. Esto implica que
el brazo derecho va sincronizado con el pie izquierdo y el brazo
izquierdo con el pie derecho.
3. Desarrolla el sistema vestibular
de suma importancia para activar la emisión de señales de los dos
laberintos del oído al cerebelo, el desarrollo de esto permite que el
bebé desarrolle su percepción, así el podrá saber a ciencia cierta dónde
están todos y cada uno de los puntos de su propio cuerpo, así el
cerebro puede ordenar a cada parte particular que actue conforme a las
necesidades que se presenten en forma ordenada e independiente.
4.- Otro aspecto que permite desarrollar el gateo es la convergencia visual,
el bebé al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla
convenientemente, el proceso de convergencia es cuando el bebé enfoca
ambos ojos en un punto a la distancia que atrae su interés. Por ejemplo
si se dirige a un punto gateando, dirige ambos ojos al infinito; la
idea es desarrollar esta convergencia mediante ejercicios que faciliten
la acomodación visual. Se sabe por estudios optométricos, el gateo
influye bastante en evitar problemas visuales a futuro.
5.- El gateo ayuda al niño a determinar el espacio que le rodea,
con lo cual motiva su desarrollo neorológico obteniendo información
del ambiente, que le permitirá ejecutar una interacción social.
6.- Ayuda a desarrollar la “dominación hemisférica”,
proceso por el cual se incrementan las habilidades de los niños; es de
señalar que los hemisferios determinarán el empleo de la parte derecha
o izquierda del cuerpo en tal o cual acción que el niño realice.
7.- Mediante el gateo se va desarrollando la coordinación cerebral ojo-mano.
Cuando el niño gatea se establece entre ambos una distancia similar a
la que más adelante habrá entre ojo y mano a la hora de leer y
escribir. Por tanto, el gateo favorece decisivamente la aparición
temprana de ambas funciones -leer y escribir- con los beneficios
adicionales que ello conlleva intelectualmente.
Por
ello es muy importante poder darle la oportunidad a los bebés de
gatear libremente, muchas veces no les permitimos realizarlo porque
siempre estamos pendientes a que se vayan a ensuciar, o que se pueden
hacer daño, o por cuestión de seguridad pensamos que mejor están en el
corral, limitando su espacio para la exploración, para que se puedan
trasladar por diversos lugares fortaleciendo su autonomía y
seguridad.