“Quiéreme cuando menos me lo merezca
porque será cuando más lo necesite”
(Dr. Jekyll y Mr. Hyde - 1931)
(Dr. Jekyll y Mr. Hyde - 1931)
Hoy recomendamos el libro: Aprender a educar sin gritos, amenazas y
castigos de Naomí Aldort. Ediciones Medici. Un libro
lleno de sabiduría, fácil de leer y
completo, que se basa en el respeto y confianza plena en los niños, a la vez
que en la evolución personal de los padres.
Te puede dar muchas ideas y pequeñas
técnicas para acompañar a tu hijo/a a resolver conflictos emocionales.
NaomiAldort es terapeuta familiar y madre de tres hijos ya mayores que nunca fueron a
la escuela y se criaron según el "unschooling".
Cualquier padre o madre está dispuesto a dejar de
reñir, castigar o amenazar si sabe cómo asegurarse de que su hijo crecerá
aprendiendo a ser responsable sin recurrir a estas dolorosas medidas. Este
libro es la respuesta a este deseo universal. No se trata de controlar al niño
sin aplicar mano dura, se trata de una forma de ser y de comprender al niño
para que saque lo mejor de su interior, no por miedo sino por voluntad propia.
En este libro aprenderás a diferenciar los
pensamientos improductivos del amor que sientes hacia tu hijo, de modo que
podrás actuar con integridad y ser fiel a quien eres en realidad, una madre o
un padre cariñoso. Aprenderás técnicas precisas para sacar el amor que llevas dentro
en situaciones desafiantes.
En estos últimos años el deseo de educar
(acompañar a los hijos en su crecimiento y desarrollo) ha dado fórmulas más
pacíficas para conseguir su colaboración. No obstante el propio concepto de
control no ha cambiado. El control no es eficaz porque los humanos nos
resistimos a él por naturaleza.
El propósito de este libro, por tanto, no
consiste en enseñar a los padres a promover la colaboración, sino a
proporcionar el poder de la autorregulación, tanto a uno mismo como al niño.
Aprender a educar parte de la radical
premisa de que ni los hijos ni los padres tienen por qué dominar la relación. La
autora ofrece ideas específicas para renunciar al control a favor de la
autenticidad. Una gran ayuda para los padres que desean crecer con sus hijos sin riñas,
amenazas ni castigos, "validando" las emociones y no negándolas.